Medio Ambiente

¿Adiós a las setas este otoño en Soria? La sequía y el calor dejan los montes con "producción cero"

¿Adiós a las setas este otoño en Soria? La sequía y el calor dejan los montes con "producción cero"
La ausencia de precipitaciones durante el verano y un exceso de calor han provocado que la producción de setas en la provincia de Soria sea nula a estas alturas de septiembre, una situación inusual en las últimas cinco campañas de otoño. El panorama a corto plazo no mejora, ya que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) no prevé lluvias en las próximas dos semanas, sino un aumento de las temperaturas máximas hasta los 30 grados. La campaña de otoño es la más importante en Soria por su volumen y variedad. Tradicionalmente, la fructificación en la zona de Pinares y Pinares Llanos comienza a finales de agosto o se generaliza a mediados de septiembre. Sin embargo, este año hay «cero producción», según José Miguel Altelarrea, técnico del área de Micología y Truficultura de la Fundación Cesefor. Altelarrea aclara que, aunque los montes no sufren «estrés hídrico» por las tormentas de primavera, esa humedad no es suficiente sin las lluvias de finales de agosto y principios de septiembre. «La producción en toda la provincia está parada», subraya, a diferencia de otras regiones como Navarra, Cataluña y Aragón, donde ya han aparecido los primeros ejemplares. Fernando Martínez Peña, científico titular del INIA-CSIC y director del Instituto Europeo Micológico (EMI), coincide en el diagnóstico. Recuerda un estudio anterior en Pinar Grande que ya detectó un retraso en la fructificación otoñal a partir de 2004, asociado a la disminución de lluvias estivales, aunque matiza que no es un patrón que se repita todos los años. Pese a las previsiones, Martínez Peña se muestra convencido de que aún quedan muchas semanas de otoño y que «será determinante la llegada de lluvias relevantes y temperaturas suaves para desencadenar la fructificación». El experto también advierte que un inicio temprano de la campaña no siempre es positivo, ya que aumenta el riesgo de un «parón» por falta de lluvias o calor, además de favorecer la proliferación de larvas de insectos en las setas. Según sus datos, la meteorología condiciona el 60% de la producción, mientras que el 40% restante depende de otras condiciones ecológicas. Para que el proceso se active, es necesario un «contraste hidrotérmico»: lluvia que sature el suelo y una posterior bajada de temperaturas, tras lo cual las setas recolectables pueden tardar de dos a tres semanas en aparecer.