Los presupuestos de Castilla y León para 2026 son considerados una estrategia preelectoral por PP, PSOE y VOX. Estos partidos buscan medir sus fuerzas antes de las elecciones, evaluando el impacto de la corrupción en el PSOE de Sánchez y el liderazgo de Feijóo. La situación se da en una autonomía tradicionalmente alejada del ruido político centralista. Ni el PSOE, con su abstención, ni VOX, con su apoyo, facilitarían la aprobación de las cuentas de la Junta. A pesar de esta situación, la economía y el empleo en Castilla y León muestran un crecimiento constante. Carlos Martínez sugirió un cambio de estrategia en el PSOE, ofreciendo apoyo a las cuentas para marcar un nuevo rumbo tras 39 años de gobierno del PP. Sin embargo, este giro parece improbable antes de las elecciones. Tras la aprobación del techo de gasto, los presupuestos entrarán en tramitación, permitiendo a los partidos presentar sus propuestas a los ciudadanos de cara a marzo.