Política

¿Presupuestos de Castilla y León a debate o táctica electoral?

¿Presupuestos de Castilla y León a debate o táctica electoral?
Resulta, seguramente, absurdo desde el punto de vista político abordar unos presupuestos para el próximo año en Castilla y León a escasos tres meses de la convocatoria electoral, la cual se producirá 56 días antes de los comicios. Sin embargo, lo que resulta absurdo o incoherente es llevar meses pidiendo unas cuentas para alcanzar un pacto y ahora articular todo tipo de tácticas parlamentarias para evitar su debate en Cortes. La oposición tiene que ponerse de acuerdo con lo que quiere. Si quiere debatir unos presupuestos o, estratégicamente, ahora no les interesa, pese a que el líder del principal partido opositor, el socialista Carlos Martínez, no paraba de pedirle las cuentas a Mañueco. Por descontado, en ese mismo tacticismo está inmerso el PP, sabedor de que no va a contar con el apoyo ni del PSOE ni de VOX para aprobar unos presupuestos con las elecciones a la vuelta de la esquina. VOX carece de excusas, después de haber sido gobierno durante medio mandato y haber rechazado las del pasado año, que fueron confeccionadas a medias entre PP y el partido de Abascal, antes de irse del ejecutivo por pura estrategia electoralista. Si la oposición quiere debatir, tal y como pedían, en sede parlamentaria, las cuentas elaboradas por el gobierno del PP, puede hacerlo. Tras la aprobación del techo de gasto, que se producirá hoy si el PSOE cumple con la abstención anunciada por Martínez, se abre la puerta a esa tramitación y debate. Poner como excusa que no se pueden debatir porque la Mesa de las Cortes no ha aprobado sus cuentas, que hay que incluir en los presupuestos, resulta entre cómico, trágico y desasosegante. Es el reflejo de lo que es ese parlamento, que no son capaces ni de elaborar unas cuentas para regir sus propios destinos, los de sus paguitas y sus BMWs. O al menos de elaborar unas con las que ellos mismos estén de acuerdo. Porque VOX, que es quien las presenta, a través de la presidencia de la cámara, se abstiene, y el PSOE las rechaza. El PP no ha puesto inconveniente con su abstención. Si se quiere hay mecanismos y tiempos para debatir esos presupuestos que tendrá que heredar el gobierno que salga de las urnas del próximo 15 de marzo, aunque la fecha todavía no está oficializada. Pero parece que ahora al PSOE le quema el órdago lanzado por Mañueco, que fundamentalmente le ha cambiado el paso, aceptando el reto de Carlos Martínez para debatir e intentar consensuar unos presupuestos. Instalarse en el relato no va a dar réditos. Esencialmente porque sin presupuestos, como le ocurre al conjunto del país, Castilla y León va como un tiro en su crecimiento económico y creación de empleo.