La empresa Ondara, ubicada en Garray, prevé recoger su cosecha de cannabis para fines terapéuticos a finales de octubre. Para ello, necesitará reincorporar a una veintena de trabajadores que se encuentran en un ERTE desde hace cuatro años. Estos se sumarán a los 14 empleados que ya han regresado a sus puestos de trabajo de forma gradual, según se informó en la reunión de seguimiento del ERTE. Este personal es esencial para que Ondara reactive su producción y obtenga la financiación necesaria para cubrir los pagos ordinarios y saldar la deuda acumulada, que impide cumplir con el acuerdo del ERTE y pagar lo adeudado a los trabajadores. Los 14 empleados que ya se han incorporado han acordado con la empresa recibir esa cantidad en los próximos meses. Sin embargo, algunos han advertido que no volverán a trabajar si no se les paga lo que se les debe. En ese caso, cada trabajador decidirá cómo reclamar lo que le corresponde. La empresa asegura que "no tiene dinero", según comunicó ayer a los sindicatos, según informó Amor Pérez de CCOO. Persiste la deuda de lo pagado a Aleia, de cuando la planta se dedicaba a las rosas, y que se espera zanjar en diciembre. El acuerdo implica abonar 6.400 euros a cada uno de los 40 trabajadores del ERTE, además de las vacaciones, que se acordó pagar durante el tiempo del expediente. La normalización de la empresa depende de la recogida de la cosecha y su comercialización, un aspecto que genera controversia porque «tienen firmado un compromiso pero no un contrato con el comprador», según Pablo Soria de UGT. Existe preocupación por la falta de garantías sobre la venta del cannabis, ya que la última recolección se perdió por no existir una relación contractual con el cliente. Actualmente, 28 personas trabajan en las instalaciones de Ondara en Garray, incluyendo los 14 desafectados del ERTE y otros técnicos. Se están cumpliendo los planes de producción y se gestionan los permisos para la venta, así como la licencia para incorporar nuevas variedades de cannabis terapéutico.