Economía
El 'modelo Soria' contra los incendios: el aprovechamiento sostenible de los recursos como clave
Bajo la premisa de que "aprovechar es conservar" y que "lo que tiene valor se cuida", Soria presenta un modelo para minimizar el riesgo de incendios basado en el aprovechamiento de sus recursos. Así lo afirma Pablo Sabín, director de Cesefor, el Centro de Servicios y Promoción Forestal y de su Industria de Castilla y León, quien subraya que la conservación se logra a través del uso sostenible de la madera, las setas o la caza, una filosofía completamente integrada en la provincia.
Sabín, ingeniero de Montes, prefiere el término "aprovechamiento" a "gestión forestal", ya que implica generar valor añadido, empleo e industria, lo que fija población al territorio y garantiza el cuidado del monte. Este enfoque, ya implementado en Soria, resulta en un menor impacto de los incendios. No obstante, advierte: "Hacemos algunas cosas que nos ayudan a reducir el riesgo, quizás mejor que en otros sitios, pero no estamos exentos".
El éxito del modelo soriano se basa en la cooperación entre administraciones, centros tecnológicos como Cesefor y Ceder, la universidad y asociaciones forestales. Los ingresos generados se reinvierten en la conservación y mejora de los montes. Otro factor clave es la estructura de la propiedad: Soria cuenta con grandes montes públicos, a diferencia de la fragmentación que dificulta la rentabilidad en zonas como León, Zamora o Galicia. Sabín señala que cuando las parcelas abandonadas son estratégicas para la defensa, las administraciones deben actuar con políticas a largo plazo.
Además, la actividad económica forestal en Soria ha permitido desarrollar una red de caminos bien conservada que facilita el acceso rápido y seguro de los medios de extinción. Sabín recuerda que el riesgo cero no existe en un país con un 56% de superficie forestal, por lo que el objetivo es una "gestión del riesgo tolerable y asumible". Para ello, es fundamental la planificación territorial, ya que a nivel nacional solo un 20% de la superficie forestal cuenta con un plan de gestión, cifra que en Castilla y León es del 30%, lo que evidencia un "grado de abandono del territorio alto".
El director de Cesefor destaca que los indicadores del buen camino son aumentar la superficie planificada y el volumen de recursos aprovechados, como la madera o los parques micológicos. "Si generamos valor económico, si la madera tiene valor y revierte en la economía de los pueblos, pues las cosas que se valoran se protegen mejor", concluye. Aunque la gestión de los pinares sorianos está consolidada, el reto ahora es aplicar este modelo a rebollos, quejigos y encinas, para lo cual Cesefor ya desarrolla proyectos de transformación industrial.