Economía
¿El secreto del Duero? Galia Soriana rescata viñedos olvidados
En la bodega Galia Soriana, David Calvo describe su proyecto como una 'locura para bien'. Sorprende su concepción, bodega, viñedo y vinos. En la última edición de los puntos Parker, The Wine Advocate incluyó uno de sus vinos entre los diez mejores de la zona del Duero.
La idea original de 2009 era mantener el patrimonio vitivinícola de pueblos fuera de la Denominación de Origen Ribera del Duero. Inicialmente, Jérôme Bougnaud (con experiencia en Pingus) y Bertrand Sourdois (Bodegas Antídoto, Dominio de Es) buscaban rescatar viñedos viejos con variedades minoritarias.
Tras la marcha de otros socios y el regreso de Bougnaud a Cognac, Sourdois decidió continuar el proyecto, centrándose en Soria. El corazón del proyecto se estableció en Piquera de San Esteban, extendiéndose a otros pueblos con tradición vitivinícola fuera de la Denominación de Origen.
Galia Soriana trabaja bajo la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Vino de la Tierra de Castilla y León, asumiendo viñas que, por diferentes motivos, quedaron fuera de la Denominación de Origen.
Se apuesta por el trabajo ecológico y orgánico en viñedos seculares, utilizando métodos manuales y, en ocasiones, animales como burros y mulos.
Sus dos vinos, 'Aldeas de Galia' y 'Clos Santuy', reflejan la añada y la comarca. 'Aldeas de Galia' varía cada año, con una producción estimada de 30.000 botellas este año. La vinificación se realiza por pueblos, fermentando y criando en pirámides de hormigón y barricas de roble francés.
'Clos Santuy', con 96 puntos Parker en alguna añada, es el único vino del proyecto original, 100% soriano, de una parcela en Piquera de San Esteban. De suelo arenoso-gravoso y a 975 metros de altitud, produce entre 1.000 y 1.500 botellas al año con uvas Albillo y Tempranillo, criado durante 23 meses en roble.
Galia Soriana combina variedades de la zona en cepas antiquísimas, incluyendo Tempranillo, Garnacha, Alicante Bouschet, Bobal, Monastrell y Graciano.
La bodega ha recibido excelentes críticas y se abre paso en mercados como México, Estados Unidos y Suiza. La puntuación Parker fue un espaldarazo, validando la calidad de sus vinos.
Los propietarios originales comparten historias sobre las viñas plantadas por sus abuelos, mostrando apoyo al proyecto.
La fragmentación del terreno requiere una adaptación constante, considerando los métodos, kilos y tipología de plantación de cada pueblo. Se experimenta con hormigón, madera e inoxidable para optimizar cada vino.
Actualmente, se trabaja en una línea de vinos naturales de mínima intervención.
El viñedo único de 'Clos Santuy' se encuentra en un pueblo abandonado llamado Santuy, cerca de Piquera de San Esteban y Fuentecambrón. Allí, los troncos de las vides se recortan contra las lomas.
Un guardaviñas recuperado por un vecino del pueblo adorna la etiqueta del vino. Pequeñas parcelas muestran el trabajo necesario para mantener vivas las explotaciones familiares.
Cada año, más propietarios se interesan en revivir sus viñas viejas. La singularidad del proyecto Galia Soriana reside en su enfoque y la calidad de sus vinos.
