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Sede vacante en la Diócesis de Osma-Soria: ¿Cómo se elegirá al sucesor de Martínez Varea?
La Diócesis de Osma-Soria se ha declarado en sede vacante desde este sábado, después de que Abilio Martínez Varea tomara posesión canónica de Ciudad Real en un acto al que asistió una nutrida delegación soriana. A raíz de ello, se han activado automáticamente las normas de gobierno para esta situación. Según el derecho de la Iglesia, el gobierno recae provisionalmente sobre el Colegio de Consultores, que tiene la obligación de elegir de forma inmediata un Administrador diocesano. Dicho nombramiento debe producirse en los ocho días posteriores al conocimiento de la vacancia, y el elegido debe ser un único sacerdote mayor de 35 años, de recta doctrina y prudencia. El cargo se adquiere con la aceptación de la elección, sin requerir confirmación de nadie, y debe comunicarse cuanto antes a la Santa Sede. El órgano competente para designarlo es el Colegio de Consultores; si este no lo hiciera, lo nombraría el Arzobispo Metropolitano. No obstante, la Santa Sede puede, si lo juzga oportuno, nombrar directamente un Administrador apostólico, suspendiendo en tal caso la competencia del Colegio. El Administrador diocesano goza de la misma potestad que el Obispo diocesano, salvo en lo que el derecho no le habilite. Sus competencias están estrictamente limitadas por el principio «vacante la sede, nada debe innovarse», que prohíbe realizar actos que perjudiquen a la diócesis o a los derechos episcopales. Esto implica un gobierno de conservación y administración ordinaria, sin decisiones estructurales ni compromisos a largo plazo.
