«Esto ha sido mi vida, pero todo tiene su principio y fin». Con estas palabras, José María Barrón Domínguez resume el inminente cierre de Deportes Barrón, el emblemático comercio que ha regentado en Soria. Después de 128 años de historia, la veterana tienda de la capital está a punto de cerrar sus puertas definitivamente. Conocido como Deportes Barrón o Casa Barrón, el establecimiento es una referencia para los sorianos. Se encuentra en el centro de la ciudad, en la calle Ferial, número 1, en un local con fachada a la calle peatonal Rey Sabio, junto al edificio de Correos. Varios carteles anuncian ya su próximo cierre, aunque su propietario aún no ha fijado una fecha concreta. En el escaparate y en el interior, el escaso género que queda, principalmente deportivo, aguarda el final de sus días. José María Barrón representa la tercera generación al frente del negocio, fundado por su abuelo materno, Moisés Domínguez, y continuado por su padre, Antonio Barrón. José María tomó las riendas a principios de la década de los 60, con unos 25 años, tras la muerte de su progenitor y poco antes de finalizar sus estudios de Comercio en San Sebastián. Fue entonces cuando decidió transformar el negocio, ubicado en aquel momento en la calle Marqués de Vadillo, número 1. «Me gustaba mucho el deporte y los artículos anteriores estaban pasando a la historia. Había que coger lo que venía», explica. Los orígenes del comercio distan mucho de su faceta deportiva actual. «Antiguamente fue una guarnicionería y talabartería», detalla Barrón, explicando que vendían aperos de labranza. Aunque suele datar la apertura en 1900, es consciente de que probablemente fue anterior. De hecho, en 1997, la Cámara de Comercio de Soria ya reconoció su centenario, lo que sitúa su trayectoria en 128 años. A sus 88 años y con una vitalidad envidiable, José María Barrón se jubiló hace apenas 15 días, aunque sigue visitando la tienda. «Para mí trabajar ha sido un hobby. La verdad es que yo seguiría trabajando», confiesa. Sin embargo, lamenta los cambios en los hábitos de consumo que perjudican al pequeño comercio, en referencia a la compra online. «Hay hábitos de compra que arruinan al pequeño comercio», afirma, y sostiene que el cierre de estos negocios «apagan las luces de las ciudades». Esa reflexión le trae a la memoria el 23F de 1981, cuando, estando en la Feria del Juguete de Valencia, vio la ciudad «prácticamente a oscuras, con todas las tiendas apagadas». Barrón viajaba a ferias en Valencia y Barcelona para adquirir género, que no solo era deportivo, sino también juguetes. La imagen de las tiendas cerradas le lleva de nuevo a la actualidad de Soria: «¿Te imaginas que desaparecen todas las luces?, ¿te imaginas El Collado así?».