Sucesos
Condenan a un año de prisión y a pagar 21.000 euros a un vigilante por espiar a un compañero con una grabadora en Soria
Un vigilante de seguridad ha sido condenado a un año de prisión y dos años de alejamiento por espiar a un compañero de trabajo, a quien deberá indemnizar con más de 21.000 euros, cantidad que su empresa, Garda Servicios de Seguridad, pagará como responsable subsidiaria.
La Audiencia Provincial de Soria ha confirmado la sentencia del Juzgado de lo Penal, que además de la pena de cárcel impuso una multa de 4.380 euros (12 euros diarios durante doce meses) por un delito de descubrimiento y revelación de secretos. El compañero espiado estuvo de baja médica debido a un trastorno adaptativo con ansiedad y lesiones psicológicas, que le causaron 239 días de perjuicio moderado y 25 de perjuicio básico, según el informe forense.
Los hechos probados señalan que el condenado, que prestaba servicio en el centro penitenciario de Soria, dejó una cazadora con una grabadora de 8 GB activada en un perchero del centro de control con la intención de grabar a un colega con quien tenía una "enemistad manifiesta". El dispositivo fue descubierto 50 minutos después por agentes de la Policía Nacional.
El acusado alegó que la grabadora no estaba en marcha y que solo la llevaba para enseñársela a otra persona. Sin embargo, el tribunal rechazó su versión, destacando el testimonio de otro guardia que expresó su "extrañeza" de que dejara la chaqueta en el interior, teniendo que salir al exterior en el mes de febrero en Soria.
La denuncia fue interpuesta por el sindicato Alternativa Sindical de Trabajadores de Seguridad Privada (ASTSP), que ejerció la acusación particular. Fuentes del sindicato han criticado que la empresa Garda "se puso de parte del condenado y no de la víctima" y han afirmado que el dispositivo requería "dos manipulaciones" para activarse, lo que "excluye que entrara en funcionamiento de forma accidental".
